Miércoles pluriempleado

De entre todos los dioses ya sabéis que hay uno pluriempleado en exceso, incluso en los días que no le son consagrados. A veces parece que a ritmo de hexámetro y haciendo uso de la papaver rhoeas hasta los residentes infernales pretenden succionarme el icor divino e impedirme asistir a los Ludi Saguntini 2009, donde quién sabe si en un futuro no podremos disfrutar del Taller de epigrafía y símbolos paleocristianos del infatigable F. Lillo.

Últimamente la añoranza de mi mortal profesión se manifiesta mucho más a menudo en pequeños detalles, en la posibilidad de διάλογοι ἑλληνικως y de las inestimables fichas de "ellenizo", y aunque no espero ser salvado por humanistas y filólogos, confío en que mi divino padre me permita disfrutar como uno más de las "tabas del amor", de un paseíto ilustrativo por las tierras de Creta y Micenas y del taller de grafitos amorosos, incluso de un enigmático examen sobre aquellos conocidos como los Otros, y más cuando ahora tenemos incluso recursos para educar en valores en la lengua del Lacio.
Inmersos en las Parentalia, contemplando las Herculanesas, la grande y la pequeña, me regocijo con el debate del latín, con el nacimiento de nuevos blogs clásicos bajo la égida de Atenea, con el esfuerzo del cambio continuo, con el aroma a rosas del griego y con los múltiples referentes que algunos se niegan a ver, aunque un disco les golpee en la cabeza.
Se acercan los trascendentales Idus Martialis y los estivales cursos helenos, no os despistéis y sed osados, pues las Horas son más ligeras que cualquier asesino burlón o los bárbaros enemigos de los romanos. Son tan ligeras mis amigas, que sin darnos cuenta la Esfinx pedreguerina ya lleva tres años planteando sus enigmas en la red, aunque esta vez se ha encontrado con un Edipo lírico que amenaza su reinado y que con la ayuda del lexiscopio le vencerá con las palabras.