Alada gens classica

Ahítos de habas y grasiento tocino, seguimos en la certeza de que sólo a través de las Humanidades se forma al buen ciudadano. Y aunque en Roma ya aparecieron los primeros créditos “subprime”, hemos aprendido con la fábula del Astrónomo y nuestros ojos miran al mismo tiempo al cielo y a la tierra… Así, al mirar al cielo, la gens classica que haya madrugado habrá visto cómo Venus se insinuaba ante Helios, y al mirar aquí abajo habrá descubierto a su alcance toda la colección Loeb Classicals… En este crítico ambiente estamos convencidos, aunque otros intenten negarlo, de que la gens classica no está en crisis. Pues por doquier afloran ricos papiros de este lado del Mediterráneo, compiten aurigas olímpicos de Londinum, se forman robustas falanges de disciplinados hispanos y surgen grandes paisajistas clásicos…, Antígonas y Amfitriones que no se olvidan de celebrar a Ártemis Brauronia.

Si endurecen las posibilidades de estudiar, la Academia ofrece diez becas para Vivarium Novum… si se empeñan en hundirnos, nosotros rescatamos valientes y osadas naves de los naufragios y además aprendemos los orígenes de la marina romana…

Nos acosan primas y abismos, pero seguimos en la certeza de que sapientia sola libertas est. Y aunque parece que luchemos contra borregos metamórficos, nuestra fuerza no decae y somos capaces de reírnos de nosotros mismos con la siempre sutil ayuda de Forges…

Y aunque este alado dios no las necesite, recordad que Red Bull te da alas!