El espíritu de las Jornadas

Felicitates, gens classica!

Tantas palabras y sentimientos se agolpan bajo de mi petaso que no sé si seré capaz de expresarlas todas. Felicitates, porque cada Jornada lográis que sea mejor que la anterior, porque si una parte fundamental son los encuentros y reencuentros, en esta ocasión han sido más especiales que nunca; porque tras los cantos de las sirenas, aguardaba la sensata Dido con un banquete digno de la gens classica.
Felicitates, porque quien se anima a acudir a Sagunto, irremediablemente se convierte en parte de la Familia Saguntina per se illustrata, y muchas pruebas hay de ello, quod semper erit aliquid sub sole novum; porque conseguir que grandes docentes compartan su experiencia y deseen acudir a Sagunto en pleno otoño no es demasiado complicado, y ello se debe, sin duda, al espíritu que impregna esta reunión de gens classica, diferente a cualquier otra, porque el lema de “ludere et discere” se ha convertido en  una máxima vital sin la que hoy no seríamos lo que somos.
Después de ocho ediciones seguimos con vida y las ideas siguen germinando... Aprendiendo de la Infantia, de la que unos cuantos disfrutaron en la Domus Baebia… Ya hemos llegado a la edad de disfrutar y aprender con las Fabulae Syrae o de lanzarnos a la aventura de pintar un retrato…
No soy yo quien ha de valorar la VIII Jornada, la única valoración válida es la vuestra, pues yo siempre le encuentro errores o elementos a mejorar… será el gen divino que me impele a hacerlo mejor en cada ocasión…
Demasiados sentimientos y palabras me nublan la mirada… Así pues…
Gratias omnibus, gens classica!
Para quienes estuvieron y para quienes no pudieron venir, aquí os dejo algo mucho más valioso que todas las monedas de mi marsupium.

Y para completar la dicha póngome el petaso, ajústome mis aladas sandalias y enarbolo mi cetro para anunciaros que aunque ya llevaba un tiempo funcionando “experimentalmente”, por fin ya se ha inaugurado oficialmente la Saguntina Domus Baebia. Felicitates, Baebios del mundo!