Miércoles a la espera

Hay días que sólo merecen la pena por como acaban, degustando un menú otoñal a la manera de Apicio antes de escribir este miércoles. Y jamás me quejaré de la gens classica, pero, ay de la otra gens…, que habría de tragar el peor de los castigos! Era mi intención, y poco ha me lo recordaba otro de esos divinos en la sombra, daros cumplida cuenta de la VIII Jornada de Cultura Clásica de Sagunto, pero habréis de esperar un poco más… mientras Edipo y Mastropiero se preguntan inquietos sobre quién incordia al caprino Pan.
Entre tanto también llegan las XXIV Jornadas de la SEEC de Valencia y Castellón, en las que, entre fábulas y cuentos, habrá que hacerse un hueco en la platea para saborear la opera y los mitos de Mercedes Madrid…aunque yo ya he encontrado el mío en lo más alto del Coliseo, desde donde visitar con la mirada y los oídos los hermosos lugares de mi Roma Aeterna, a la espera de que el humanismo renazca en Alcañiz…
Y la blogosfera clásica no deja de crecer por estos lares --gratias tibi, homini ferreo et tibi, Annae Wiki—y por otros, donde los trabajos de investigación toman referentes clásicos, tanto es así que hasta Orfeo ha dejado su huella en ellos, después de recorrer con pausa la nueva Vía de la Plata, contemplando los tentadores frutos del conium maculatum. Y en la primera encrucijada estos caminantes me preguntan si el Viriato de Hispania se convertirá en uno más de esos héroes clásicos en la pantalla, de los que tanto se ha hablado. Pero eso, oh mortales, sólo lo saben los “fata”, a los que hasta yo temo más que a los Masais romanos.
Tal vez alguno de los enrolados en las naves de Artemisia I de Caria fuera capaz de resolver este acertijo griego, ¿pero lo sois vosotros, mis queridos mortales? Quizás algunos de vosotros necesitéis un poco de mental training para clásicos para resolverlo usando unas pocas competencias básicas…
Nos vemos pronto, muy pronto…