Miércoles frenético

Me encuentro como si yo mismo hubiera sido uno de los 53 discipuli discupaleque que brillantemente compitieron en la Olimpiada de la Clásicas de la Universidad de Valencia, como si hubiera competido en los Premios Compitalia, como si Deméter me hubiera encomendado hacer florecer a todos los beneficiosos almendros, como si Juno Lucina hubiera delegado en mí el parto de nuestro particular Alejandro, como si hubiera participado en las IV Jornadas de Didáctica de las Clásicas, como si los nuevos templos de Emerita Augusta necesitaran de mi atención…

Pero no te asustes, mi querida gens classica, pues en cuanto mi hermano Hypnos me procure un sueño reparador, este dios de pies ligeros estará de nuevo dispuesto para un espectacular Miles Gloriosus, con las maletas listas para un viaje rápido por Italia, para usar las wikis de la mano de los amigos de Iris o para disfrutar de un suculento e instructivo convivium apud sodales en el que intentar utilizar correctamente los verba certa sabia y ricamente aderezados con panis melitus y para apreciar las romanas piezas emeritenses…

Mientras esto llega, y aunque he prometido ayudar en las fraguas de Vulcano, creo que aún me quedarán fuerzas para soñar con Tarraco Viva, aun podré pagar el correspondiente sestercio para ver a los gladiadores en el Coliseo o darme un baño junto al oriental Lucius Modestus…, aun llegaré a tiempo para deleitar mis sentidos con los Tanagras beocios, dignos de la multiforme Venus de Milo.

Nunca me cansaré de aprender de ti, gens classica, sobre la antigua Roma o sobre mi querida y televisiva Hispania Romana. Y ahora después de Hipatia llega con fuerza Aspasia con toda la energía de los atenienses…

Si el próximo miércoles no empuño mi cetro, no os preocupéis, pues estaré camino de Emerita Augusta donde ya sabeís habrá un importante reunión de la gens classica ¡Asistirá hasta mi querido Chiron! Y después…. un helénico ΑΓΟΝ y los LUDI SAGUNTINI...

Va por ti, Αλεξανδρος!