Miércoles barbado

A la formación del profesorado de Castilla-La Mancha

Cierto desanimo y decaimiento se ha extendido por el universo educativo y por ende entre la gens classica. Es como si fuéramos la necrópolis o el teatro de la augustea Tarraco… Y pese a todo la llama de las clásicas no se extingue, permanece con fuerza cual la dorada cabellera de Venus y hasta Calígula parece un modelo a seguir…

Tomémonos un instante y así, recostados en el triclinium en el adecuado orden, mientras Helios sombrea las horas en una menorah, celebremos a los aguerridos compañeros de Ulises que arribaron a Ítaca los primeros en su Odisea 2012. Al poco nos llegarán desde Turóbriga noticias de Baebia Crinita, tierras amigas ellas, pero lejanas… No tan lejanas como el Limes Germanicus que ahora pretenden recuperar para disfrute de propios y extraños. Y mientras los suculentos platos van surgiendo desde la humeante culina, dejemos que Neso nos muestre cómo visitar los museos arqueológicos de Grecia sin alzar nuestros torsos de tan cómodo lugar. En esta reunión de amigos hay tiempo para el solaz y la alegría de ver a los discípulos de Chiron por vallisoletanos lares y tiempo para celebrar la realización de la Academia Saguntina el próximo estío…

Pero, oh mortales, también hay tiempo desgraciadamente para el lamento, pues no querríamos que como los olvidados de Roma, los CPR de Castilla-La Mancha desaparecieran del recuerdo de tantos y tales docentes…

No sé muy bien por qué, pero en los últimos días hay un refrán del Siglo de Oro que no hace más que asomar una y otra vez a mi mente. Es aquel que decía “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar,….” Tal vez sea porque estamos donde estamos porque no saben latín o porque falta auctoritas y sobra imperium.

Pongo a remojar mis barbas....