Un miércoles del enemigo...

A los estudiantes del IES Luís Vives de Valencia.

En Valencia renace la esperanza, como bien dice un compañero docente. “Quam diu etiam furor iste tuus nos eludet?” grita la gens classica. Muchos hemos visto las imágenes rodadas en las calles de Valencia estos últimos días y nos parecía que una máquina del tiempo nos había devuelto a un pasado que creíamos superado… Pero no. Quienes nos han gobernado desde hace demasiado tiempo pretenden que la educación y la sanidad pública paguen los desmanes y despilfarros que han cometido ellos mismos. Y por si fuera poco, nos acusan de haraganes, malversadores, absentistas acomodados, aprovechados e incluso de “enemigos”…

La indignación soflama incluso el Olimpo. Al rojo vivo se hallan los hornos de la divina Fornax, tanto que los granos tostados de las Fornacalia corren el riesgo de convertirse en negruzcos terroncillos, que sólo serían aptos para cementar un muro, como los emperadores leoneses. Creo que para apagar este fuego ni siquiera bastarán todas las aguas que pudiera aportar el patrimonio hidráulico romano del Ebro. Tal es la fuerza de las llamas. Hasta los amigos del Tártaro se rebelan ante tales atrevimientos. Parece que estos gobernantes no hubieran sacado ningún provecho de la “Fabula cicadae et formicae”… ¿Será tal vez que tampoco entienden el latín o el griego, ni la cultura que levantaron sus hablantes? Y sin embargo, a pesar de ellos, se han levantado con un gran esfuerzo y pasión por el mundo clásico, eventos como Tarraco Viva, como las Jornadas de Culturaclasica.com como la Saguntina Domus Baebia o como los talleres de los Ludi Saguntini, que el próximo lunes abrirán la inscripción. Todos y cada uno de ellos ha nacido y crecido por y para la educación en su sentido más amplio, para una educación de calidad, como gustan decir las autoridades, unas autoridades que no son capaces de reconocerla ni cuando la tienen ante sus propias narices.

Pero nuestra paciencia, como la de Cicerón, tiene un límite…